Informe: Cómo utilizar las inversiones de las fundaciones para abordar el cambio climático
La Asociación Europea de Filantropía Philea publica un informe sobre cómo las fundaciones pueden alinear sus inversiones con el clima, tomando tres casos de estudio, uno de ellos la Fundación Antonio Aranzábal, colaboradora de Fundaciones por el Clima.
El informe “Feeling the Heat: How Foundations Can Use their Investments to Curb Climate Change” de la coalición por el clima de Philea, de la que Fundaciones por el Clima forma parte, muestra a través de tres estudios de caso cómo las fundaciones pueden alinear sus inversiones con el clima.
El objetivo del informe es lograr que las fundaciones inviertan su patrimonio y sus activos de una manera que tenga en cuenta el cambio climático y busque alinearse con una transición rápida y justa hacia una economía descarbonizada.
A pesar de la diversidad y diferencias entre estas fundaciones, el informe ha detectado temas comunes que podrían ser aplicables a fundaciones de diferentes contextos regulatorios nacionales que buscan iniciar o seguir alineando sus inversiones con el clima.
Como señala el informe, las fundaciones poseen aproximadamente 647 mil millones de euros en activos, por lo que existe un gran potencial para lograr un impacto significativo en el pilar 4 del pacto internacional de #PhilanthropyForClimate, y el de su versión española de #FundacionesporelClima.
Los tres estudios de casos que aborda el informe son los de Barrow Cadbury Trust; Nordea-Fonden; y Fundación Antonio Aranzábal.
La Fundación Antonio Aranzábal forma parte del grupo de trabajo de Inversiones por el Clima, el primer fondo de inversión en renta fija especializado en clima lanzado por Fundaciones por el Clima y dirigido al sector fundacional, precisamente con el objetivo de contribuir a este alineamiento entre los fondos del sector fundacional y la transición ecológica y justa.